Uno de tantos jueves, Subway en un punto céntrico de la caótica Ciudad de México.
Estábamos comiendo tranquilamente cuando entró un sujeto con cara de sospechoso, lo tiramos de a loco y seguimos en lo nuestro.
Acto seguido RST, uno de mis amigos, sin que nosotros nos enteráramos vio que otro tipo que se veía totalmente X, mientras nosotros nos cuidábamos del sospechoso, poco a poco jalaba poco a poco un bolso de una señora que se encontraba en el suelo tras su silla.
Él ladrón se dio cuenta que lo vio. RST se levanta de su asiento, que queda entre el ladrón y la salida, el ladrón se dirige hacia él.
RST : hola (tendiéndole la mano).
LDRN: hola amigo (respondiéndole el gesto).
RST : ¿qué tal?
LDRN: ¿qué pasó?
*Nota: hasta aquí no nos habíamos dado cuenta del asunto y como RST es muy sociable, pensamos que estaba saludando algún comerciante callejero que conocía.
RST : no, ¿qué te pasa a ti? (agarrando al ladrón del brazo)
LDRN: ¿por qué o qué?
RST : No te hagas, vi como estabas tratando de llevarte el bolso de la señorita.
El ladrón intenta zafarse, en el forcejeo salen del establecimiento y RST se queda con la camisa del ladrón en la mano. Su pareja distractor aprovecha la confusión y huye.
A mi me cae el veinte de lo que está pasando y me levanto cual resorte tras los dos.
El ladrón emprende la huída. RST que no tiene buena condición física (a causa del cigarro) se queda resagado. Yo sigo tras él y a media avenida reforma lo tacleo, RST comienza a gritarle a la policía, entre traspies llegamos hasta la lateral.
Un guarura chaparrito que estaba ahí nos ayuda y en un abrir y cerrar de ojos inmoviliza al ladrón con un movimiento y, por primera vez, la patrulla llega en menos de 2 segundos.
Yo me alejo, odio el papeleo y la burocracia. Al alejarme oigo que el ladrón gimotea "No su merced, le juro que no hice nada su merced". Demasiado tarde.
Para no hacerles el cuento largo después de no querer y al mismo tiempo disque incitar a levantar un acta, la afectada (que era la esposa del director editorial de fotografía del periódico Excelsior) y RST fueron a pasar el resto de su tarde en la delegación para que encerraran al tipo.
Cuenta RST que llegan los judiciales que andan, hacía tiempo ya, tras esa banda de rateros malditos que operan en esa zona y le sacan la sopa.
Prisión.
PD.: Hace menos de 6 meses, suponemos que la misma banda, le había robado su laptop a otro amigo en otro establecimiento de la zona.
RST ha tenido que ir a darle seguimiento bajo amenaza de demandarlo sino lo hace.
Chapeau!